viernes, 20 de noviembre de 2009

El consenso neoliberal ochentoso en continuado pese a todo.


En la Argentina de los años ochenta , empresarios, actores políticos e intelectuales coincidieron en la necesidad de reformar el Estado.(*)

En el apoyo empresario a las reformas estructurales se conjugan los efectos no deseados de las acciones políticas coyunturales con el convencimiento de la caducidad del modelo de desarrollo sustitutivo- estatalista.(*)


La combinación de propaganda ideológica (click aquí), practica política y crisis colocó, hacia fines de la década a todos los actores en un punto sin retorno. Así, el cambio de modelo fue propiciado tanto por quienes se beneficiaron con él como por quienes se vieron perjudicados. en ambos casos, el éxito supuesto en la imposición de sus demandas significó, al mismo tiempo, el estrechamiento de sus opciones políticas.(*)


Partiendo de un diagnostico que explicaba la crisis como resultado del intervencionismo estatal, el programa político que incluía la apertura de la economía, la desregulación de los mercados y la privatización de las empresas publicas , aparecía como una necesidad lógica, esta percepción se acentuó aun mas luego de la hiperinflacion de 1989. en ese contexto prevaleció un entendimiento de la crisis y la inflación requería acciones antiestatistas y excluía otras posibilidades(*)

El discurso neoliberal resulto exitoso al explicar de manera clara y comprensible la crisis económica, a medida que esta se agudizaba, la mirada neoliberal crecía en aceptación es trataba de un discurso que no solo aludía a los dueños del capital: las soluciones propuestas prometían beneficios para todos Las causas de la crisis eran sencillas: la existencia de un estado deficitario que debía recurrir a la emisión porque gastaba mas de lo que ganaba y, así, producía inflación. la critica estatal consiguió interpelar exitosa mente a una parte mayoritaria de la sociedad. los usuarios de servicios públicos, quienes pagaban impuestos y las victímas de la inflación ( Sidicaro, 1999) al reducirse el Estado , se prometía, desaparecería la inflación, disminuiría la carga impositiva y las privatizaciones asegurarían la provisión de nuevos servicios. El gran culpable , el Estado debía dejar de lado intervencionismos innecesarios y limitarse a las funciones de salud, educación y justicia. El mercado debía ser el encargado de regular la sociedad y crear riqueza.(Lechner 1997)(*)


El consenso neoliberal de los años 80 en al Argentina tiene explicaciones en el contexto internacional de aquellos tiempos, en el diciplinamiento militar de la dictadura, en el descrédito y resignación política de las alternativas locales a dicha corriente ideológica, ahora bien transcurridos 30 años en los cuales los sectores perjudicados sufrieron en carne propia las consecuencias de la aplicación del recetario que hoy se denomina comúnmente como de los noventa, ¿en que lógica política, ideológica o económica se encuadra que amplísimos sectores y actores económicos tanto individuales o de las asociaciones representativas de los pequeños y medianos comercios, industrias o productores rurales sigan repitiendo aquellos diagnósticos? ¿Cómo se explica que la mayoría de las personas que uno escucha a diario o te mandan correos sigan creyendo en ese discurso que la realidad se cansa de refutar?

Los diagnósticos están, las consecuencias también pero seguimos 30 años atrasados en política.

Saludos Cordiales.

(*) Acción empresaria e ideología. La génesis de las reformas estructurales. Gastón J. Beltrán

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