miércoles, 15 de octubre de 2008

Max Headroom, la cría de caracoles y las crisis globales que están a sólo 20 minutos de aquí.

La serie de televisión tuvo pocos capítulos y según dicen los especialistas porque no tuvo rating, es decir al publico no le gusto, en mi caso fue lo contrario, me impacto y me asombro el relato sobre la sociedad del futuro que describía, sigo hoy pensando que hacia allá vamos, sino estamos ahí.
Estoy convencido que al "publico masivo" no le gustan los relatos futuristas negativos, no nos gusta ver la realidad, nos cuesta asumir, aceptar que "el sueño americano" y los "finales felices" son mas propios de cuentos de hadas, preferimos Bailando por un Sueño, este convencimiento lo tengo desde el año 2001, cuando allá por noviembre de ese año en plena depresión económica (en este caso Argentina) ante la fuerte demanda por generar emprendimientos productivos que suplantaran la falta de empleo, implementamos un programa que se llamaba PropINT(producciones alternativas no tradicionales), había comprobado, muchas veces en carne propia, la infinidad de cursos y oportunidades de negocios que se ofrecían ante la desesperada demanda de conseguir algo de lo que vivir, y como somos capaces de comprar buzones salvadores.
El caso que mas recuerdo es el de la cría de caracoles que fue un boom en esa época, recuerdo una señora que se había venido a vivir a una casa quinta de Brandsen escapando de la "locura capitalina", que un día pide hablar conmigo y me cuenta de esta producción, de un curso intensivo que había hecho en la Facultad de Veterinaria de la UBA, me sorprendió el arancel que había pagado y la cantidad de "alumnos" que se peleaban por estos cursos ( dejo acá los detalles porque sino se hace muy larga la historia ), lo cierto que siempre sostuve que lo importante de cualquier emprendimiento no era que me contaran lo bueno sino que me contaran lo malo y los riesgos del mismo, cosa que en ninguno de estos cursos que pululaban en aquellas tiempos hacían.
Con el ProPINT fue una premisa: analizar todas las posibles variables de los supuestos negocios en este caso de producciones no tradicionales, nunca me voy a olvidar las caras de los que llenaban el Aula Magna de la Facultad de Agronomia de La Plata durante varios sábados de 9 a 18 horas, cuando escudaban de parte de emprendedores y técnicos que convocamos para las clases desalentar o pinchar determinados mitos o versos. Muchos no querían ver la realidad, venían a encontrar una supuesta salida laboral, se enojaban. Nos gusta que nos hagan cuentos de hadas, con Max Headroom infiero paso y pasa lo mismo.

Recurro a algunos comentarios de Pablo Sapere publicados en algún lugar de la web, para refrescar de que se trata la serie:
"A principios de los '80 un pequeño invento iba a revolucionar el negocio discográfico: los videoclips. En 1984, mientras la MTV estaba en pañales, se juntaron los directivos del sello Chrysalis con sus pares del Channel 4 de Londres.
La idea era hacer un programa para capitalizar las audiencias que buscaban esos famosos videos.
Se les atribuye a Anabel Jankel y a Rocky Morton la idea de usar un presentador electrónico.
Así surgió el personaje Max Headroom, sólo para vender discos.
Para que el personaje tuviera mas fortaleza y credibilidad decidieron hacer un corto para contar el origen de Max.
El proyecto se les fue de las manos y dio como resultado una película (para TV) llamada "20 Minutes Into The Future".

Tanto la película como el programa fueron grandes éxitos en el Reino Unido. El suceso no tardó en llegar a los EE.UU.: En 1985/1986 Max protagonizó anuncios televisivos del nuevo producto de la Coca Cola, la "New Coke".
Posteriormente la cadena estadounidense Lorimar adquiere los derechos para hacer una serie de TV. La base de la serie sería esa película filmada en Gran Bretaña hacia 1985.
El primer episodio de la serie Max Headroom no fue otra cosa que una remake de la película británica. Era simplemente la historia que explicaba el surgimiento del personaje. Incluso se utilizaron, al menos en los papeles principales, a los mismos protagonistas: Matt Frewer (como Edison Carter), Amanda Pays (como Theora Jones), y el veterano William Morgan Sheppard (como Blank Reg). Este episodio, bautizado "Blipverts", seguía muy de cerca a su predecesor, mas allá de algunos cambios de personajes y otras modificaciones menores. El hecho es que la Cadena 23 crea un nuevo sistema publicitario conocido como "Blipverts". Este sistema evita que la gente cambie de canal (el famoso zapping) resumiendo minutos de publicidad en una tanda subliminal de unos pocos segundos. La idea de la Network 23 es complacer a la temible corporación ZikZak, su mayor auspiciante. Sin embargo un reportero de la misma cadena, Edison Carter, descubre que estos "Blipverts" pueden llegar a ser un tanto nocivos para las personas inactivas... haciendo explotar a algunos espectadores. Lamentablemente Carter sufre un terrible -y sospechoso- accidente que lo llevó al borde de la muerte. Los directivos de Network 23 deciden aprovechar las circunstancias y deshacerse de Carter. Para no dejar huérfano el programa de noticias que presentaba el accidentado reportero, deciden utilizar una técnica novedosa: trasladar la mente de Edison Carter a una computadora. La copia del reportero cobre vida y asume como su nombre "Max Headroom", las últimas palabras que vio Carter antes del accidente (Max Headroom significa "Altura Máxima"... Edison Carter se estrelló contra una barrera que decía Max Headroom 2,3 m). Max Headroom no resultó tan utilizable como esperaban, convirtiéndose en una criatura inmanejable, mas complacida haciendo chistes que presentando las noticias por la TV.
La sociedad que describe la serie muestra un permanente contraste entre las brillantes nuevas tecnologías y la marginalidad y la pobreza en las grandes ciudades. En Max Headroom todo pasa por la televisión, desde las publicidades más banales hasta la elección del presidente (para esto se utiliza la tele-elección, un sistema por el cual cada candidato es patrocinado por una cadena televisiva... el ganador de la contienda es aquél cuya cadena haya obtenido más puntos de rating). Esta serie nos muestra una sociedad donde todo esta informatizado y conectado a una gigantesca red, cada persona esta registrada en una base de datos. Tan sólo modificando algunos archivos se puede lograr que una persona sea conside
rada inexistente (claro que están los "blanks", que se borran a sí mismos intencionalmente) o bien se puede hacer que una persona figure como prófuga de la policía ...La serie deja entrever un violento conflicto de clases, entre los que viven en la seguridad de los grandes edificios y los que viven en la pobreza, en las afueras de la ciudad. Ellos no tienen ningún valor, de hecho muy generalmente son cazados para que sirvan de donantes de órganos para los ricos. No es sorprendente, porque a veinte minutos de aquí, el peor delito que puede cometer una persona, aún peor que el asesinato, es quedarse sin crédito.

El verdadero protagonista de la serie no era el muñeco que aparecía en la pantalla sino el reportero Edison Carter, quién estaba encarnado por el actor Matt Frewer. Carter es el reportero estrella de la Network 23, amado por los directivos de la emisora por los buenos ratings que produce y odiado por su tendencia a investigar en temas que la Cadena preferiría mantener ocultas. Lo protagonista femenina es Theora Jones, interpretada por Amanda Pays. Theora Jones es el control de Edison Carter, es decir la persona que desde la Network 23 guía al periodista mientras éste está en la calle. Experta en sistemas de computación, ayuda al reportero cuando esta en problemas. Blank Reg, interpretado por William Morgan Sheppard, es el punk dueño de una emisora clandestina de televisión, la BigTime TV. Blank Reg es el contacto de Carter con el submundo marginal ("the fringes").
Generalmente los argumentos giraban alrededor de un caso que Carter debía investigar, ya sea el secuestro de personas para robar sus organos, el origen de extraños brazaletes que hacen realidad los sueños (y muchas otras cosas). Estas investigaciones lo enfrentan a problemas de los cuales sólo puede salir con la ayuda de sus amigos, especialmente del inefable Max.

La receta de la serie era simple, pero efectiva: Una historia inteligente, una estética muy cuidada, bastante crítica social y una dosis de humor negro que recorría toda la producción.
Paradójicamente -o tal vez no tanto- una serie que se planteaba irónicamente una sociedad futurista donde el rating televisivo lo era todo, sucumbió... por falta de rating. Las mediciones de audiencia nunca acompañaron al proyecto, por lo que fue cancelado rápidamente. Sólo se filmaron 14 episodios. Max Headroom se presenta como una serie de inusual sentido crítico (para los estándares de una producción televisiva norteamericana), especialmente en temas como medios de comunicación o control policial. Si a esto le sumamos un personaje carismático como Max tenemos como resultado una serie imperdible para los que disfrutan de la ciencia-ficción. Por otro lado, para quienes aún insisten con la hipotética función predictiva de la CF, no cabe duda que hubo unos cuantos hechos narrados en la serie que se pueden ver cristalizados en nuestra realidad cotidiana. Pero esto no es lo importante. Lo destacable es la reflexión sobre uno de nuestros tantos futuros posibles. Tal vez el mas negro de todos ellos. Un futuro que esta a la vuelta de la esquina, a sólo 20 minutos de aquí."


Ahora que volvemos el Estado intervencionista, se nacionaliza la Banca, se critica la falta de regulaciones a los movimientos financieros, en esto de la ciclotimia sistémica que tenemos, me gustaría saber para quienes y quienes serán los que estén a cargo del Estado, porque me parece que la democracia representativa sigue en crisis, ya nos olvidamos de las Torres Gemelas y el choque de civilizaciones, de las invasiones de Afganistán y de Irak, de los inmigrantes ilegales sudamericanos y africanos, del Patriotic Act y demás etcéteras.

Digo, dicen que la realidad supera a la ficción, me parece que en la próxima crisis del sistema global, estamos hablando de 1984 de Orwell. ¿Podemos seguir hablando?

Hace 20 minutos que dimos vuelta la esquina y el futuro estaba ahí.

Saludos Cordiales.

1 comentario:

Ulschmidt dijo...

Si, parece que no era el fin de la Historia.... Max Headroom, muy bueno. Pensé que nadie se acordaría ya de él - incluía bugs o errores de programación, por cierto.